¿Qué entendemos por crear futuros?

El pasado no está. El futuro no llegó. Vivimos el presente. Aquí y ahora.

La prospectiva o investigación de futuros es un instrumento para el planeamiento de eficacia excepcional para la construcción de escenarios probables y de esta manera desarrollar competencias para enfrentar lo imprevisto e instalar conceptos innovadores que se producen para crear propuestas disruptivas que se lanzan para hacer historia, crear nuevos hábitos de consumo, reformular la calidad de
vida y generar nuevas industrias.
Contrariamente a lo que se supone, los escenarios no predicen los hechos que ocurrirán en el futuro, sino que crean un abanico de futuros, desde los que es posible identificar las incertidumbres claves y lograr eficaces tomas de decisión para enfrentar o producir los cambios.
Su aporte, desde ya, facilita el no encerrarse en conocimientos ni en paradigmas válidos para el ayer (lo viejo), y si en la perspectiva del mañana para liderar innovando.

Sobran paradigmas e ideas preconcebidas  incuestionables...hasta que se los cuestiona y se derriban con argumentación irrefutable. ¿Será este un nuevo paradigma?
En esta oportunidad y para ser didácticos, recurrimos a ejemplos de empresas reconocidas para hacer una analogía con la vida e innovación de las personas interesadas en su propia transformación. Ambas figuras tienen problemas, soluciones, necesidades, ambiciones, visión, misión, estrategias, fortalezas y debilidades entre otros recursos; lo que sirven para el análisis del caso. 

La música se hizo para compartirla. Alguien dijo que nadie estaría caminando por la calle escuchando música a solas, sin escuchar el ruido ambiente y a terceros. "Las personas nunca lo hicieron pero lo harán"; sentenció el presidente de Sony. Siempre gustaron de compartir la música y aunque las investigaciones de mercado demuestren que no les interese la nueva propuesta, lo haremos" 
Y contar ahora la historia del walkman, el discman, los mp, y la lista sigue ...sería hacer historia.
Hoy nadie se lo cuestiona. Nuevo producto, nuevo hábito, nueva cultura en las comunicaciones personales.
Hay que imponer ideas, productos, servicios, innovar, brindar soluciones que incursionen nuevos caminos. Ellas generarán nuevos hábitos. Nadie puede solicitar lo que no conoce.

Innovar no significa hacer más de lo mismo, vender un 10 % más o generarle una cosmética al producto o servicio que ofrecemos. Es lanzar un nuevo concepto para crear cultura, nuevos hábitos y definitivamente un andarivel competitivo donde seres los primeros en esta categoría. Inversiones en investigación y desarrollo sacan el velo para semblantear la realidad que queremos construir allá...a lo lejos.

Todos sabemos que Neil Amstromg fué el primer astronauta en pisar la luna. ¿Alguien recuerda quien fué el segundo? Crear escenarios es la clave.

Por dar otro ejemplo, el liderazgo de la industria fotográfica estuvo controlada por Kodak, y al no percibir la tendencia futurable (futuro probable) del momento hacia la imagen digital, múltiples plataformas de captura, uso del soporte de papel en extinción; se extinguieron ellos por seguir aferrados a viejas creencias. 
El posicionamiento de una marca personal para impactar y establecer identidad, requiere de visión y riesgo.
Todo espíritu inquieto busca algo mejor. Seamos facilitadores de nuestros propios proyectos, dejando de lado creencias limitantes, superando los miedos e incertidumbres para destacarnos y crear una marca personal que nos identifique, destaque y haga a la esencia de nuestra identidad.

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