¿Debemos prepararnos para el cambio?



La sociedad está cambiando a tal velocidad que parece imposible hacer una proyección a diez o veinte años sobre cómo será el entorno laboral del futuro. 
La pandemia hizo una eclosión entre las carencias latentes de los regímenes laborales y la incertidumbre  que aparenta brindar oportunidades para quienes asumen riesgo, son ágiles y disruptivos.
Hubo momentos en el que un alquiler y la ubicación de una oficina, era un costo estratégico, mientras que con la aparición del ecommerce y el home office; todo se relativiza.  

Debemos focalizarnos en la prestación del servicio que ofrecemos, agregando valor añadido que sea reconocido por quien lo demande, saber superar las expectativas con personalización, diferenciación de calidad y precios competitivos.  
Muchas posiciones laborales innovadoras que todavía hoy no existen; en cinco años estarán instaladas.

- La tasa de natalidad se reduce y la gente migra del campo a la ciudad.
- Los robots operan las 24 horas en las líneas de producción sin presencia humana, sin iluminación (trabajan con sensores y ahorran electricidad) y no generan conflictos de huelga y sindicatos.
- La educación no supo hasta el momento "aggiornarse" para dar un salto cualitativo con relación al mercado laboral.
- La política de subsidios al desempleado solo generan insatisfacción a mediano plazo.  
- Internet democratizó el conocimiento y son las habilidades personales, los valores y las herramientas de relación humana, las únicas que nos diferencian. 


A esto le sumamos que la red social más grande del mundo FB, tiene contenidos actualizados e innovadores de alta demanda y ninguno de ellos es propio; la mayor flota de taxis/remises Uber, pero no cuenta con autos propios ni empleados con beneficios sociales y relación de dependencia.  
Airbnb es la más grande empresa mundial de alquileres de inmuebles para turistas y no es propietaria de ni un metro cuadrado de ellos, 
Se crean negocios y trabajo sin las "seguridades" que todos conocemos.  Hay miles de ejemplos como los compartidos y pareciera que el modelo de negocios tiende a cambiar y viene para quedarse...

Existen estudios que adelantan conclusiones para hacernos reflexionar...

El informe "Trabajar 2033 de PWC" presenta una serie de estudios sobre las tendencias que van a determinar los aspectos esenciales del mundo, de la economía y de la sociedad en los próximos 20 años. Puede tomarse como proyección para todos los países que vienen pasando crisis, burbujas, desocupación, inflación y falta de empleabilidad.

Estas son algunas de las conclusiones de este informe en lo que al mercado laboral se refiere:
  • No hay consenso sobre lo que tardaremos en recobrar los niveles de empleo anteriores a la crisis
  • Globalización y movilidad del talento. La competencia por el talento, presente ya en muchos países, se extenderá rápidamente a medida que la crisis actual vaya amainando. Gracias a las tecnologías y a la globalización, esta competencia tendrá carácter mundial.
  • El trabajo está pasando de ser una actividad laboral que se desarrolla de una forma constante y uniforme, a una labor centrada en proyectos con vocación claramente temporal.  Es el llamado “adiós al empleo de toda la vida”
  • Flexibilización del trabajo y valor de la marca personal. En los próximos 20 años asistiremos a un flexibilización de las formas y tiempos de trabajo. La gente cambiará más de trabajo y será más habitual trabajar para varios empleadores y a través de redes de colaboración profesional, por lo que será fundamental cuidar la marca personal.
  • Surgen nuevas profesiones técnicas. Medioambiente, Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y Turismo serán los sectores protagonistas.  Enseñanza online, cuidado de adultos, 
  • La pyme seguirá jugando un papel clave. Más de la mitad de nuestra población activa seguirá empleada en pequeñas y medianas empresas.
  • Seremos menos gente para trabajar debido al envejecimiento de la población.
En síntesis, es hora de hacer foco sobre nuestro futuro posible a la hora de construir nuestra marca personal. Es un desafío personal y colectivo, donde todos debemos brindarnos asistencia. 
Debemos "aquí y ahora" desaparecer de nuestras zonas de confort, para redescubrirnos en espacios de crecimiento económico, productivo y emocional.

Cambia la cultura y el modelo conocido por algo que está por venir. 
En breve, no deberemos seguir haciendo más de lo mismo.
Dependerá de nosotros modelar nuestra transformación con un posicionamiento que ofrezca destaque; sin temores con una visión amplia para  desafiarnos frente a una economía de bienestar que sólo será apta para individuos y organizaciones flexibles.