Cuentan que un sabio se instaló en una montaña por más de 100 años.
Tenía poderes mágicos, era muy perfeccionista en sus obras y tenía una salud envidiable que le permitía verse muy joven.
Enterándose la muerte de su imponente presencia, mando a su representante para observarlo.
Percibiendo el sabio de esta visita, preparó con antelación 59 seres humanos a imagen y semejanza de él mismo.
Cuando la muerte encaró a este grupo, no pudo detectar cuál era el verdadero sabio.
Confundida la muerte, replanteó su estrategia y volvió días después de forma sorpresiva para enfrentarlo.
Del mismo modo, el sabio de la montaña replicó mágicamente sus 59 gemelos para la recepción.
La visitante se acercó al grupo de i´denticos y jovencísimos ancianos, endulzando los oídos de los 60 personajes, y afirmando que la creación era perfecta, única y debía acercarse más de cerca para poder ver tan perfecta realidad...aunque notaba una pequeña imperfección.
Abruptamente, hubo uno de los 60 sabios reaccionó desencajado y exclamó cara a cara con la muerte y dando un paso adelante... ¡Una falla! ¡Imposible!
¿Qué aspectos del ego te sirven para tener iniciativa y emprender proyectos?
¿Qué parte de tu ego es el que te descoloca frente al resto al incomodarlos, por ser una conducta mezquina e interesada de ti mismo?
¿Mantengo una conducta respetuosa en mis relaciones personales, o soy egocéntrico?
¿Cómo puedo modificar ese comportamiento tóxico que sobrevalora mi personalidad?
¿Cómo interviene la madurez emocional en mi proceso?
Lo expuesto es solo una introducción temática sobre uno de los interrogantes que nos permiten reflexionar y están desarrollados en mi libro "El tsunami es tu cambio"
"Quien sólo vive para sí, está muerto para los demás" Publio Sirio
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